Navegando en mi mente, me encontré con un barco de recuerdos, con tripulación de gente de todos los tiempos; cada uno con recuerdos infinitos, personas que pasarón por mi vida dejando huellas de inmenso amor y cariño... Otras fuerón ave de paso, que tal vez me lastimarón, o mi amistad no apreciarón... Fuerón negativas experiencias que me sirvierón para crecer, para ser más fuerte; y hoy le agradezco a Dios porque de lo negativo tambien se aprende! Recordando... Vinierón naufragios a mi cabeza, de los cuales sobreviví valientemente, unos sola y otros con ayuda, pero de igual forma logré salir invicta y victoriosa!! Definitivamente el tiempo pasa, la distancia separa fisicamente a personas especiales, pero solo fisicamente, porque de corazón siguen estando ahí presentes, y los recuerdos quedan para siempre plasmados en nuestra mente como un tesoro de gran valor.
Keila Guillen
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